Las compras de bienes y servicios de los mexicanos comienzan a verse mermadas por el aumento en sus precios.
Una lata de atún de 295 gramos en el Walmart costó 30.50 pesos el viernes 9 de junio, 10 pesos más que el 29 de enero pasado. Una mermelada costó 32 pesos, cuando su valor fue de 24.90 pesos a finales de enero. Una lista de siete productos adquiridos en el supermercado en enero, aumentó 20% en junio, mientras el índice de inflación anual al mes de mayo alcanzó 6.16%.
Este tipo de alzas comienzan a desacelerar el consumo de los mexicanos, y reflejan la escalada de precios desatada por el incremento de los combustibles en enero, además de la apreciación del dólar el año pasado.
El Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) avanzó 2.1% en marzo en su comparación anual, la tasa más baja de los últimos 11 meses. Este índice mide la evolución del gasto de los hogares en bienes y servicios, el cual para los nacionales en marzo cayó 0.4% real frente a febrero, y en importados cayó 0.7%.
El ritmo del consumo se ha visto afectado por la inflación, la cual a su vez es producto de la apreciación del dólar y un mayor costo de los energéticos a inicios de año. Esto ya se ve reflejado en mayores precios de alimentos procesados y mercancías no alimenticias, como servilletas, jabón, shampoo, refirió Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte Ixe.
“Ya hay efectos de segundo orden en los precios. Los productores comienzan a traspasar el efecto por energéticos y dólar ahora, porque aún observan un buen comportamiento de determinantes del consumo, como la formalización de empleos y el crédito al consumo”, comentó Cervantes.
Según un reporte de Citibanamex habrá una desaceleración del consumo en los meses siguientes, pero a ritmo moderado. De acuerdo con la institución financiera, el crecimiento del consumo privado todo el año será de 2.1%, cuando en 2016 el crecimiento fue de 2.8%.
Sectores como el automotriz ya resienten esta desaceleración. La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) bajó para este año su proyección de ventas de vehículos ligeros de un millón 700,000 unidades a entre un 1 millón 665,000 y 1 millón 650,000 unidades.
Sin embargo el consumo continuará teniendo importancia en el componente del PIB, dijo Cervantes, pero no en las dimensiones de 2015 y 2016, ahí el sector manufacturero compensará porque se están incrementando los inventarios de la industria automotriz en EU, agregó.
Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America, considera que 2017 será un año de transición para el consumo privado, los factores que influyen en su comportamiento como la generación de empleo, aún tienen un buen comportamiento.
Adicionalmente el incremento de los salarios contractuales no va en la misma proporción que el aumento de la inflación, de hecho este año se espera que la recuperación real de los salarios detenga su avance, pues los salarios.
Los salarios en el sector privado han aumentado solo 4.8% frente a un alza de 4.5% de año pasado u una mayor inflación.