Al igual que en la película, el día que llegamos a la edad adulta es el momento que tenemos que hacer uso de nuestras habilidades y valores muchas veces adquiridos en casa, así es, mientras cuando éramos niños o jóvenes nos chocaban las ideas de nuestros padres un día quizás el menos pensado aparecen como por arte de magia y hacemos uso de ellas de la misma manera o mejor en algunos casos que nuestros progenitores, he de ahí que no podemos dejar de lado la educación en los hijos, ya que incluso ya difuntos, todo lo bueno dejado serán herramientas para su propia vida, por lo tanto existen valores que debemos dejar muy precisos no solo en nuestros hijos sino también en nuestros colaboradores sobre todo en los más jóvenes que quizás dirijan el despacho algún día o formen sus propios negocios. He escogido a continuación estos cuatro, porque considero que deben ser las vías de todo negocio exitoso, pero si usted se ve en la necesidad de agregar algún otro, adelante esta en la libertad de hacerlo y de ser posible compartirlo con nosotros, de tal manera que podamos repercutirlo en nuestras publicaciones más adelante.
El veneno de la apatía
Qué triste cuando nos dejamos intoxicar por este veneno, el cual termina por disolver incluso al mejor equipo de colaboradores, cuando desolamos en el desierto de la apatía, se terminan las ideas creativas, el entusiasmo se esfuma y los centros de trabajo se vuelven verdaderas cárceles, donde lo que impera es la envidia y en ocasiones el odio, así es mi querido contador este tipo de tragedias se dan sobre todo cuando hemos dejado de creer en el sueño que nos hizo montar el despacho o el deseo que teníamos de trabajar los primeros días cuando fuimos contratados, he de ahí que debemos recargar continuamente el espacio con deseos e ideas propositivas, no desechar los momentos de amistad y convivió con los compañeros y recurrir a tiempos y espacios de sensibilización y capacitación con el fin de cambiar de entornos y climas laborales.
Le propongo, si su área de trabajo está cayendo en apatía hacer una reunión de sensibilización donde todos puedan expresar ideas de cómo combatir este serio problema, si es posible buscar un coach, alguien externo que pueda dirigirse a los colaboradores mucho mejor, todo esfuerzo que se haga para desterrar este veneno de nuestras empresas, no será en vano por ningún motivo.
El engaño
Las empresas suelen tener ciertos vicios que si no son modificados con buenos hábitos, puede repercutir en la vida laboral y en la vida personal de los colaboradores, los engaños, las mentiras piadosas, rosas blancas o de cualquier color la simulación, suelen aniquilar los ambientes laborales, cuando los colaboradores recurren al engaño y viven citando excusas ante el jefe, o cuando el gerente se desvive por ofrecer promesas que nunca se cumplen, permite que nos empantanemos en el desarrollo laboral, hoy en día las empresas que más sobresalen en el mundo, son aquellas que fincan sus cimientos en la honestidad de todos los miembros del equipo, sé que no es fácil lo que estoy diciendo, incluso en México comienza a exigirse la presencia de psicólogos que ayuden a descontaminar los ambientes de prácticas deshonestas, que terminan por perjudicar a todo el personal, lo exhorto a que haga concursos de lecturas sanas donde cada mes se lleven a cabo las famosas tertulias literarias, para compartir los contenidos de dicho es ejemplares ahí la gente se transparenta y se propone hacer cambios ejemplares de vida.
El abuso de autoridad
Cada vez es más común, la práctica de seminarios gerenciales donde los directivos de corporativos, gerentes y encargados de área acuden para recibir una capacitación en relaciones humanas y el trato con el personal del equipo de trabajo, ya que hoy ya no se trata de mangonear a la gente, si no de entender los intereses de todos y convertirse en un facilitador de las ideas, hace ya un tiempo el abuso de la autoridad debió haber quedado atrás y convertir nuestros centros de trabajo en una familia nueva donde todos formamos parte del todo, para ello necesitamos crecer todos en trato digno que permita dignificar a la otra persona, deben de tratarse en espacios específicos temas como la autoestima, el uso de la libertad, la superación humana y demás que nos haga sentirnos que somos un solo cuerpo una sola fuerza de trabajo.
La mediocridad
La palabra mediocre viene del latín mediocris (medio, común, mediano, ordinario) que se considera por muchos un compuesto de medius (medio, intermedio, de en medio, central) y ocris, una palabra arcaica que significa montaña o peñasco escarpado, al referirnos a la mediocridad en el empleo, nos connota el trabajar medianamente desarrollado, en vez de ser un gran monte es pues escarpado, rústico tosco que aún no está terminado, un escritorio no arreglado, una falta de atención al cliente, incluso una pared sin ser repintada son signos tangibles de la mediocridad. Cuando un despacho contable le falla y le falla al cliente haciéndole gastar más dinero, no mandando los avisos correspondientes a tiempo, o que se falta a una cita importante pues estamos hablando de mediocridad, no hay mejor forma de salir de ella cuando observamos claros ejemplos de desarrollo.
Me considero una persona de cultura general decente, y abierto a distintas formas de actuar y de pensar de las personas, pero déjeme decirle que esto no fue tarea fácil y costó mucho dinero, mi padre nos acostumbró a viajar a distintos estados de la república y mi madre se encargaba de mostrarnos las costumbres de lugar, platicaba con los nativos y siempre terminamos de relacionarnos con sus costumbres, cuando nuestros colaboradores vean otros ejemplos, compartan en otras actividades u otras vivencias fuera del trabajo con otros equipos laborales, será una oportunidad de oro molido, para que comparen y tengan puntos de referencia y mejora.
Si nos ponemos a reflexionar y analizar nos daremos cuenta que estos cuatro elementos los aprendimos o debimos haberlos adquirido en casa, nadie toma un seminario para dejar de decir mentiras o a nadie lo mandan a estudiar a Alemania para dejar de ser mediocres, estos elementos nacieron en el hogar y si esto no sucedió debemos aprender a comportarnos y practicar para ser más eficaces, recuerde que son un tipo de venenos que ahogan a las empresas y si a usted está convencido de mejorar su área de trabajo, luche para que estos vicios no terminen apagando sus ilusiones.
Al fin de cuentas Indiana Jones, era un tipo honorable y pienso que gracias al modelo que aprendió de su padre, que agradable es escuchar a alguien decir, lo heredó de su padre o sus padres porque, es garantía que será una persona fiel a sus principios. Son muy importantes sus comentarios nos hacen crecer y mejorar cada día.